Actividad 3
Objetivo:
· Reconocer los conceptos
más relevantes del proceso de investigación científica en ciencias sociales.
· Conectar un primer
acercamiento con las investigaciones del campo de la psicología actual.
· Reconocimiento de
publicaciones con formato científico (lectura de abstract).
· Generar las bases de
conocimiento iniciales para la elaboración de un anteproyecto de investigación.
Consiga:
1. Lea atentamente el
siguiente contenido y realice la actividad propuesta al final de la misma.
2. Fecha de entrega final
27/04.
¿QUÉ SON LAS HIPÓTESIS?
Ya hemos planteado el problema de investigación,
revisado la literatura y contextualizado dicho problema mediante la
construcción del marco teórico (el cual puede tener mayor o menor información,
según cuanto se haya estudiado el problema o tema específico de investigación).
Dicho estudio puede iniciarse como exploratorio, descriptivo, correlacional o
explicativo, y que como investigadores decidimos hasta dónde queremos y podemos
llegar (es decir, si finalmente el estudio terminará como descriptivo, correlacional
o explicativo). Ahora, el siguiente paso consiste en establecer guías precisos
hacia el problema de investigación o fenómeno que estamos estudiando.
Estas guías son las hipótesis: En una investigación podernos tener una,
dos o varias hipótesis; y como se explicará más
adelante, a veces no se tienen
hipótesis.
Las hipótesis nos
indican lo que estamos buscando o tratando de probar y pueden definirse como
explicaciones tentativas del fenómeno investigado formuladas a manera de
proposiciones. De hecho, en nuestra vida cotidiana constantemente elaboramos
hipótesis acerca de muchas “cosas” y luego indagamos (investigamos) si son o no
ciertas.
Por ejemplo, establecemos una pregunta de investigación: ¿Le gustaré a
Ana? y una hipótesis: “Yo le resulto atractivo a Ana”.
Esta hipótesis es una explicación tentativa
(porque no estamos seguros que sea cierta) y está formulada como proposición
(propone o afirma algo). Después investigamos si la hipótesis es aceptada o
rechazada cortejando a Ana.
Las hipótesis no
necesariamente son verdaderas; pueden o no serlo,
pueden o no comprobarse con hechos. Son explicaciones tentativas, no los hechos en sí. El investigador
al formularlas no puede asegurar que vayan a comprobarse. Una hipótesis es diferente de una
afirmación de hecho. Alguien puede hipotetizar que, en un país determinado, las
familias que viven en zonas urbanas tienen menor número de hijos que las familias que viven
en zonas rurales; y esta hipótesis puede ser o no comprobada.
En cambio, si alguien afirma lo anterior
basándose en información de un censo poblacional recientemente efectuado en ese país, no establece
una hipótesis sino que afirma un hecho. Es decir, el investigador al establecer
sus hipótesis desconoce si serán o no verdaderas.
Dentro de la
investigación científica, las hipótesis son proposiciones tentativas acerca de
las relaciones entre dos o más variables y se apoyan en conocimientos
organizados y sistematizados.
EJEMPLOS DE HIPÓTESIS
1. La proximidad física entre los hogares de las
parejas de novios está relacionada positivamente con la satisfacción sobre la
relación entre éstos.
2. El índice de cáncer pulmonar es mayor entre
los fumadores que en los no fumadores.
3. Conforme se desarrollan las psicoterapias
orientadas en el paciente, aumentan las expresiones verbales dé discusión y
exploración de planes futuros personales, mientras que disminuyen las
expresiones verbales de discusión y exploración de hechos pasados.
4. A mayor variedad en el trabajo, mayor
motivación intrínseca respecto a éste.
Las hipótesis pueden ser más o menos generales o precisas, e involucrar dos o más
variables —como podemos observar en los ejemplos—, pero en cualquier caso son sólo proposiciones sujetas a comprobación
empírica, a verificación en la realidad. El primer ejemplo,
vincula dos variables:
“proximidad física entre los hogares de los
novios” y “satisfacción sobre el noviazgo”.
¿QUÉ SON LAS
VARIABLES?
Una variable es una propiedad que
puede variar (adquirir diversos valores) y cuya variación es susceptible de medirse. Ejemplos de variables son el sexo, la motivación intrínseca hacia el
trabajo, el atractivo físico, el aprendizaje de conceptos, el conocimiento de
historia de la Revolución Mexicana, la religión, la agresividad verbal, la
personalidad autoritaria y la exposición a una campaña de propaganda política.
Es decir, la variable se aplica a un grupo de
personas u objetos, los cuales pueden adquirir diversos valores respecto a la
variable; por ejemplo la inteligencia: las personas pueden clasificarse de acuerdo con su inteligencia, no
todas las personas poseen el mismo nivel de inteligencia, varían en ello.
La ideología de la prensa: no todos los
periódicos manifiestan a través de su contenido la misma ideología.
Las variables adquieren valor para la
investigación científica cuando pueden ser relacionadas con otras (formar parte
de una hipótesis o una teoría). En este caso se les suele denominar
“constructos o construcciones hipotéticas”.
¿COMO SE RELACIONAN LAS HIPÓTESIS, LAS
PREGUNTAS Y LOS OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN?
Las hipótesis proponen tentativamente
las respuestas a las preguntas de investigación, la relación entre ambas es
directa e íntima. Las hipótesis relevan a los objetivos y preguntas de
investigación para guiar el estudio. Por ello, como se puntualizará más
adelante, las
hipótesis comúnmente surgen de los objetivos y preguntas
de investigación, una vez que éstas han sido
reevaluadas a raíz de la revisión de la literatura.
¿DE DÓNDE SURGEN LAS HIPÓTESIS?
Si hemos seguido paso por paso el
proceso de investigación, es natural que las hipótesis surjan del planteamiento
del problema que, como recordamos, se vuelve a evaluar y si es necesario se
replantea a raíz de la revisión de la literatura. Es decir, provienen de la
revisión misma de la literatura (de la teoría adoptada o la perspectiva teórica
desarrollada).
Nuestras
hipótesis pueden surgir de un postulado de una teoría, del análisis de ésta, de
generalizaciones empíricas pertinentes a nuestro problema de investigación y de
estudios revisados o antecedentes consultados. Existe pues, una relación muy
estrecha entre el planteamiento del problema, la revisión de la literatura y
las hipótesis.
La revisión
inicial de la literatura hecha para familiarizamos con el problema de estudio nos lleva a plantear dicho problema, después revisamos la literatura y afinamos o precisamos el planteamiento del problema, del cual derivamos las
hipótesis.
Desde luego, al formular las
hipótesis volvemos a evaluar nuestro planteamiento del problema. Debemos
recordar que se comentó que los objetivos y preguntas de investigación pueden
reafirmarse o mejorarse durante el desarrollo del estudio.
Asimismo, durante el proceso se nos pueden ocurrir otras
hipótesis que no estaban contempladas en el planteamiento original, producto de
nuevas reflexiones, ideas o experiencias; discusiones con profesores, colegas o
expertos en el área; e — incluso— “de analogías, mediante el descubrimiento de
semejanzas entre la información referida a otros contextos y la que se posee
para la realidad del objeto de estudio”.
Selltiz et al. (1965, Pp. 54-55), al
hablar de las fuentes de donde surgen las hipótesis escriben: “Las fuentes de
hipótesis de un estudio tienen mucho que ver a la hora de determinar la
naturaleza de la contribución de la investigación en el cuerpo general de
conocimientos. Una hipótesis que simplemente emana de la intuición o de una
sospecha puede hacer finalmente una importante contribución a la ciencia. Sin
embargo, si solamente ha sido comprobada en un estudio, existen dos
limitaciones con respecto a su utilidad.
Primera no hay seguridad de que las relaciones entre dos
variables halladas en un determinado estudio serán encontradas en otros
estudios”... “En segundo lugar, una hipótesis basada simplemente en una
sospecha es propicia a no ser relacionada con otro conocimiento o teoría. Así
pues, los hallazgos de un estudio basados en tales hipótesis no tienen una
clara conexión con el amplio cuerpo de conocimientos de la ciencia social.
Pueden suscitar cuestiones interesantes, pueden estimular posteriores
investigaciones, e incluso pueden ser integradas más tarde en una teoría
explicatoria. Pero, a menos que tales avances tengan lugar, tienen muchas
probabilidades de quedar como trozos aislados de información.”
Y agregan: “Una hipótesis que nace de
los hallazgos de otros estudios está libre en alguna forma de la primera de
estas limitaciones. Si la hipótesis está basada en resultados de otros
estudios, y si el presente estudio apoya la hipótesis de aquellos, el resultado
habrá servido para confirmar esta relación de una forma normal”... “Una
hipótesis que se apoya no simple mente en los hallazgos de un estudio previo,
sino en una teoría en términos más generales, está libre de la segunda
limitación: la de aislamiento de un cuerpo de doctrina más general.”
Las hipótesis pueden surgir aunque no
exista un cuerpo teórico abundante. Estamos de acuerdo en que las hipótesis que
surgen de teorías con evidencia empírica superan las dos limitaciones que
señalan Selltiz y sus colegas (1965), así
como en la afirmación de que una hipótesis que nace de los hallazgos de
investigaciones anteriores vence la primera de dichas limitaciones. Pero es
necesario recalcar que también pueden emanar hipótesis útiles y fructíferas de
planteamientos del problema cuidadosamente revisados, aunque el cuerpo teórico
que los sustente no sea abundante. A veces la experiencia y la observación
constante pueden ofrecer potencial para el establecimiento de hipótesis
importantes, lo mismo puede decirse de la intuición. Desde luego, cuanto menor
apoyo empírico previo tenga una hipótesis, mayor cuidado se deberá tener en su
elaboración y evaluación, porque tampoco podemos formular hipótesis de manera
superficial. Lo que sí constituye una grave falla en la investigación es
formular hipótesis sin haber revisado cuidadosamente la literatura, ya que
podemos cometer errores tales como “hipotetizar” algo sumamente comprobado
(nuestro estudio no es novedoso, pretende volver a “inventar la rueda”) o
“hipotetizar” algo que ha sido contundentemente rechazado (un ejemplo burdo
pero ilustrativo sería pretender establecer la hipótesis de que “los seres
humanos pueden volar por sí mismos, únicamente con su cuerpo”).
¿QUÉ CARACTERÍSTICAS DEBE TENER UNA
HIPÓTESIS?
Para que una hipótesis sea digna de
tomarse en cuenta para la investigación científica, debe reunir ciertos
requisitos:
1. Las hipótesis deben
referirse a una situación social real. Las hipótesis sólo pueden someterse a prueba en un universo y contexto bien definidos. Por ejemplo, una hipótesis que tenga que ver con alguna variable del comportamiento gerencial —digamos, la motivación— deberá
ser sometida a prueba en una situación real. En ocasiones
en la misma hipótesis se explicita esa realidad (“ los niños guatemaltecos que viven en zonas urbanas, imitarán mayor conducta violenta de la televisión; que los niños guatemaltecos que viven en zonas rurales”), y otras veces la realidad se define a través de explicaciones que acompañan a la hipótesis (la hipótesis: “cuanto mayor sea la retroalimentación sobre el desempeño en el trabajo que proporcione un gerente a sus supervisores, más grande será la motivación intrínseca de éstos hacia sus tareas laborales”; no explicita qué gerentes, de qué empresas. Y será necesario contextualizar la realidad de dicha hipótesis, afirmar por ejemplo que se trata de gerentes de todas las áreas —producción, recursos humanos, finanzas— de empresas puramente industriales con más de 1000
trabajadores y ubicadas en Bogotá). Es muy frecuente
que, cuando nuestras hipótesis provienen de una teoría o una
generalización empírica (afirmación comprobada varias veces
en la realidad), sean manifestaciones contextualizadas o casos concretos de hipótesis generales abstractas.
La hipótesis “a mayor satisfacción laboral mayor
productividad” es general y puede someterse a prueba en diversas realidades
(países, ciudades, parques industriales o aun en una sola empresa; con
directivos, secretarias u obreros, etc.; en empresas comerciales, industriales,
de servicios o combinaciones de estos tipos; giros; etc.). En estos casos, al probar
nuestra hipótesis contextualizada aportamos evidencia en favor de la hipótesis
más general. Es obvio que los contextos o realidades pueden ser más o menos
generales y — normalmente— han sido explicitados en el planteamiento del
problema. Lo que hacemos al establecer la hipótesis o las hipótesis es volver a
analizar si son los adecuados para nuestro estudio y si es posible tener acceso
a ellos (reconfirmamos el contexto, buscamos otro o ajustamos las hipótesis).
2.Los términos (variables) de la hipótesis tienen que ser comprensibles,
precisos y lo más concretos posible.
Términos vagos o confusos no tiene cabida en una hipótesis.
Por ejemplo: “globalización de la economía, sinergia
organizacional”, son conceptos imprecisos y
generales que deben sustituirse por otros más
específicos y concretos.
3.La relación entre variables propuesta por una hipótesis debe ser clara y verosímil (lógica). Es decir, es necesario que quede claro cómo se están relacionando las variables y que esta relación no sea ilógica. Por ejemplo, una hipótesis como: “La disminución del consumo del petróleo en los Estados
Unidos está relacionada con el grado de aprendizaje del
álgebra por parte de niños que asisten a escuelas
públicas en Buenos Aires” sería inverosímil, no
podemos considerarla.
4.Los términos de la hipótesis
y la relación planteado entre ellos, deben poder ser observados y medidos, o
sea tener referentes en la realidad. Las hipótesis científicas —al igual que los objetivos y preguntas de investigación— no incluyen aspectos morales ni cuestiones que no podemos medir en la realidad. Hipótesis tales como: “Los hombres más felices van al cielo” o ‘La libertad de espíritu está relacionada con la voluntad creadora” contienen conceptos o relaciones que no poseen referentes empíricos; por lo tanto, no son útiles como hipótesis para investigar científicamente ni se pueden someter a prueba en la realidad.
5.Las hipótesis deben estar
relacionadas con técnicas disponibles para probarlas. Este requisito está estrechamente
relacionado con el anterior y se refiere a que al
formular una hipótesis, tenemos que analizar si existen
técnicas o herramientas de la investigación
(instrumentos para recolectar datos, diseños, análisis
estadísticos o cualitativos, etc.), para poder
verificarla, si es posible desarrollarlas y si se
encuentran a nuestro alcance. Se puede dar el caso de
que existan dichas técnicas pero que por ciertas razones no
tengamos acceso a ellas.
Alguien podría pretender probar hipótesis referentes a la
desviación presupuestal en el gasto público de un país latinoamericano o la red
de narcotraficantes en la ciudad de Miami, pero no disponer de formas realistas
de obtener sus datos. Entonces su hipótesis aunque teóricamente puede ser muy
valiosa, no se puede probar en la realidad.
¿QUÉ TIPOS DE HIPÓTESIS HAY?
Existen diversas formas de clasificar las hipótesis, pero
en este apartado nos vamos a concentrar en una que las clasifica en:
1) hipótesis de investigación, 2) hipótesis nulas, 3) hipótesis alternativas y 4) hipótesis estadísticas.
¿QUÉ SON LAS HIPÓTESIS DE
INVESTIGACIÓN?
Lo que hemos venido definiendo como
hipótesis a lo largo de este capítulo son en realidad las hipótesis de
investigación. Es decir, éstas podrían definirse como “proposiciones tentativas
acerca de las posibles relaciones entre dos o más variables y que cumplen con
los cinco requisitos mencionados”. Se les suele simbolizar como Hi o H1, H2,
H3, etc. (si son varias) y también se les denomina hipótesis de trabajo.
EJEMPLO
Hi: “La expectativa de ingreso mensual de los trabajadores
de la Corporación TEAQ oscila entre $50 000 y $60 000 pesos colombianos.”
Las hipótesis de este tipo se utilizan a veces en estudios
descriptivos. Pero cabe comentar que no en todas las investigaciones
descriptivas se formulan hipótesis o que éstas son afirmaciones más generales
(“La ansiedad en los jóvenes alcohólicos será elevada”, “Durante este año, los
presupuestos de publicidad se incrementarán entre un 50 y un 60%”, “La
motivación extrínseca de los obreros de las plantas de las zonas industriales
de Guadalajara disminuirá”, “El número de psicoterapias va a aumentar en las
urbes sudamericanas con más de 3 millones de habitantes”, etc.). No es sencillo
hacer estimaciones con cierta precisión respecto a fenómenos del comportamiento
humano.
Hipótesis correlacionales
Éstas especifican las relaciones entre dos o más
variables. Corresponden a los estudios correlacionales y pueden establecer la
asociación entre dos variables (“La inteligencia está relacionada con la memoria”,
“La ex posición por parte de los adolescentes a videos musicales con alto
contenido sexual, está asociada con la manifestación de estrategias en las
relaciones interpersonales heterosexuales para establecer contacto sexual”,
etc.); o establecer la asociación entre más de dos variables (“La atracción
física, las demostraciones de afecto, la similitud en valores y la satisfacción
en el noviazgo, se encuentran vinculadas entre sí”, “La inteligencia, la
memoria y las calificaciones obtenidas están relacionadas, en estudiantes de
postgrado uruguayos de ciencias sociales”, etc.).
Sin embargo, las hipótesis correlacionales pueden no sólo
establecer que dos o más variables se encuentran asociadas, sino cómo están
asociadas. Éstas son las que alcanzan el nivel predictivo y parcialmente
explicativo.
EJEMPLOS
“A mayor exposición por parte de los adolescentes a videos
musicales con alto contenido sexual, mayor manifestación
de estrategias en las relaciones interpersonales heterosexuales para establecer
contacto sexual”. [Aquí la hipótesis nos indica que, cuando una variable
aumenta la otra también y viceversa que cuando una variable disminuye, la otra
disminuye.]
“A mayor autoestima, menor temor
de logro”. [Aquí la hipótesis nos indica que, cuando una variable aumenta, la
otra disminuye, y si ésta disminuye aquélla aumenta.]
“Las telenovelas venezolanas muestran cada vez un mayor contenido de sexo en sus escenas” (en
esta hipótesis se correlacionan las variables “época o tiempo en que se producen las telenovelas” y “contenido de sexo”).
En estos ejemplos, no sólo se establece que hay relación
entre las variables, sino también cómo es la relación (qué dirección sigue).
Como se comprenderá, es diferente hipotetizar que dos o más variables están
relacionadas a hipotetizar cómo son estas relaciones. En el capítulo “Análisis
e interpretación de los datos” se explica más a fondo el tema de la correlación
y los tipos de correlación entre variables. Por el momento diremos que, cuando
se correlacionan dos variables, se le conoce como “correlación bivariada” y,
cuando se correlacionan varias variables, se le llama “correlación múltiple”.
Es necesario agregar que, en una hipótesis de
correlación, el orden en que coloquemos las variables no es importante (ninguna variable antecede a la otra; no hay relación de
causalidad). Es lo mismo indicar “a mayor X, mayor
Y” que “a mayor Y, mayor X”, o “a mayor X, menor Y” que “a menor Y, mayor X”.
EJEMPLO
“Quienes tienen más altas puntuaciones en el examen de
estadística, tienden a tener las puntuaciones más elevadas en el examen de
psicometría” es igual que “Los que tienden a tener las puntuaciones más
elevadas en el examen de psicometría son quienes tienen más altas puntuaciones
en el examen de estadística”.
Es decir, como nos enseñaron desde pequeños: “‘el orden de
los factores (variables) no altera el producto (la hipótesis)”. Desde luego,
esto ocurre en la correlación mas no en las relaciones de causalidad, en donde
vamos a ver que sí importa el orden de las variables. Pero en la correlación no hablamos
de variables independiente y dependiente (cuando sólo hay correlación estos términos carecen de
sentido). Los estudiantes que comienzan en sus cursos de investigación suelen
indicar en toda hipótesis cuál es la variable independiente y cuál la
dependiente. Ello es un error.
Únicamente en hipótesis
causales se puede hacer esto. Por otro lado,
es común que cuando se pretende en la investigación correlacionar varias variables
se tengan diversas hipótesis, y
cada una de ellas relacione un par de variables.
Por ejemplo, si quisiéramos relacionar las variables
“‘atracción física”, “confianza”, “proximidad física y “equidad” en el noviazgo
(todas entre sí), estableceríamos las hipótesis correspondientes.
EJEMPLO
H1 “A mayor atracción física, menor
confianza”.
H2 “A mayor atracción física, mayor
proximidad física”.
H3 “A mayor atracción física, mayor
equidad”.
H4 “A mayor confianza, mayor
proximidad física”.
H5 “A mayor confianza, mayor
equidad”.
H6 “A mayor proximidad física, mayor
equidad”.
Estas hipótesis deben ser
contextualizadas en su realidad (con qué novios) y sometidas a prueba empírica.
Hipótesis de la diferencia entre
grupos
Estas hipótesis se formulan en
investigaciones dirigidas a comprar grupos. Por ejemplo, supongamos que un
publicista piensa que un comercial televisivo en blanco y negro, cuya finalidad
es persuadir a los adolescentes que comienzan a fumar cigarrillos para que
dejen de fumar, tiene una eficacia diferente que uno en color. Su pregunta de
investigación podría ser: ¿es más eficaz un comercial televisivo en blanco y
negro que uno en color, cuyo mensaje es persuadir a los adolescentes que
comienzan a fumar cigarrillos para que dejen de hacerlo? Y su hipótesis podría
quedar formulada así:
EJEMPLO
Hi: “El efecto persuasivo para dejar
de fumar no será igual en los adolescentes que vean la versión del comercial
televisivo a color que en los adolescentes que vean la versión del comercial en
blanco y negro”.
Otro ejemplo de este tipo de
hipótesis sería:
Hi: “Los adolescentes le atribuyen
más importancia que las adolescentes al atractivo físico en sus relaciones
heterosexuales”.
En ambos ejemplos, se plantea una
posible diferencia entre grupos; solamente que en el primero de ellos
únicamente se establece que “hay diferencia” entre los grupos que se están
comparando, pero no se afirma en favor de cuál de los grupos es la diferencia.
No establece si el efecto persuasivo es mayor en los adolescentes que se
exponen al comercial en blanco y negro o los que se exponen al comercial en
color. Se limita a decir que se espera una diferencia. En cambio, en el
segundo, además de establecer la diferencia, se especifica en favor de cuál de
los grupos a comparar es ésta. (Los jóvenes son quienes según se piensa,
atribuirán mayor importancia al “atractivo físico”).
Cuando el investigador no tiene bases
para presuponer en favor de qué grupo será la diferencia, formula una hipótesis
simple de diferencia de grupos (como el primer ejemplo de los comerciales). Y
cuando sí tiene bases, establece una hipótesis direccional de diferencia de
grupos (como el segundo ejemplo).
Esto último, normalmente ocurre
cuando la hipótesis se deriva de una teoría o estudios antecedentes, o bien el
investigador está bastante familiarizado con el problema de estudio.
Esta clase de hipótesis puede abarcar
dos, tres o más grupos.
EJEMPLO
Hi: “Las escenas de la telenovela “Sentimientos”
presentarán mayor contenido de sexo que las escenas de la Á telenovela ‘Luz
Ángela’, y éstas —a su vez— mayor contenido de sexo que las escenas de la
telenovela “Mi último amor”.
Algunos investigadores consideran las hipótesis de
diferencia de grupos como un tipo de hipótesis correlacionales, porque en
última instancia relacionan dos o más variables. Por ejemplo, el caso de la
importancia del atractivo físico (página anterior) relaciona las variables
“sexo” con “atribución de la importancia del atractivo físico en las relaciones
heterosexuales”. La diferencia entre ambas clases de hipótesis estriba en que
normalmente en las hipótesis de diferencia de grupos una de las variables
(aquélla sobre la cual se dividen los grupos) adquiere un número más limitado
de valores (habrá tantos valores como grupos se comparen) que los valores que
adquieren las variables de las hipótesis correlacionales. Y han sido
diferenciadas debido a que por su nivel de medición, requieren análisis
estadísticos distintos.
Las hipótesis de diferencia de grupos (aunque son
distintas de las hipótesis correlacionales) pueden formar parte de estudios
correlacionales, si únicamente establecen que hay diferencia entre los grupos
—aunque establezcan en favor de qué grupo es ésta—. Ahora bien, si además de
establecer tales diferencias explican el porqué de las diferencias (las causas
o razones de éstas), entonces son hipótesis de estudios explicativos. Asimismo,
puede darse el caso de una investigación que se inicie como correlacional (con
una hipótesis de diferencia de grupos) y termine como explicativa (en los
resultados se expongan los motivos de esas diferencias). En resumen, los
estudios correlacionales se caracterizan por tener hipótesis correlacionales,
hipótesis de diferencias de grupos o ambos tipos.
Hipótesis que establecen
relaciones de causalidad
Este tipo de hipótesis no solamente
afirman las relaciones entre dos o más variables y cómo se dan dichas
relaciones, sino que además proponen un “sentido de entendimiento” de ellas.
Este sentido puede ser más o menos completo, dependiendo del número de
variables que se incluyan, pero todas estas hipótesis establecen relaciones de
causa—efecto.
¿QUÉ SON LAS HIPÓTESIS NULAS?
Las hipótesis nulas son, en un sentido, el reverso de las hipótesis de
investigación. También constituyen proposiciones acerca de la relación entre
variables solamente que sirven para refutar o negar lo que afirma la hipótesis
de investigación. Por ejemplo, si la hipótesis de investigación propone: “Los
adolescentes le atribuyen más importancia al atractivo físico en sus relaciones
heterosexuales que las mujeres”, la nula postularía:
“Los jóvenes no le atribuyen más
importancia al atractivo físico en sus relaciones heterosexuales que las
adolescentes”.
Debido a que este tipo de hipótesis
resulta la contrapartida de la hipótesis de investigación, hay prácticamente
tantas clases de hipótesis nulas como de investigación. Es decir, la clasificación
de hipótesis nulas es similar a la tipología de la hipótesis
de investigación: hipótesis nulas descriptivas de una variable
que se va a observar en un contexto, hipótesis que niegan o
contradicen la relación entre dos o más variables, hipótesis
que niegan que haya diferencia entre grupos que se comparan —es decir afirmar que los grupos son iguales— e hipótesis que niegan la
relación de causalidad entre dos o más variables (en todas sus formas). Las hipótesis nulas se simbolizan
como Ho.
Veamos algunos ejemplos de hipótesis
nulas, que corresponden a ejemplos de hipótesis de investigación que fueron
mencionados:
EJEMPLOS
Ho: “La expectativa de ingreso
mensual de los trabajadores de la corporación TEAQ no oscila entre $50 000 a $60 000 pesos colombianos” (es una
hipótesis nula descriptiva de una variable que se va a observar en un
contexto).
Ho: “No hay relación entre la autoestima y el temor de logro”
(hipótesis nula respecto a una correlación).
Ho: “Las escenas de la telenovela
‘Sentimientos’ no
presentarán mayor contenido de sexo que las escenas
de la telenovela ‘Luz Angela’ ni éstas mayor
contenido de sexo que las escenas de la telenovela ‘Mi último amor”’. Esta
hipótesis niega diferencia entre grupos y también podría formularse
así:
“No existen diferencias en el contenido de sexo entre las
escenas de las telenovelas ‘Sentimientos’, ‘Luz Ángela’ y ‘Mi último amor’”. O
bien “el contenido de sexo en las telenovelas ‘Sentimientos’, ‘Luz Angela’ y
‘Mi último amor’ es el mismo”.
Ho: “La percepción de la similitud en religión, valores y
creencias no
provoca mayor atracción física” (hipótesis
que niega la relación causal).
¿QUÉ SON LAS HIPÓTESIS
ALTERNATIVAS?
Como su nombre lo indica, son posibilidades alternativas
– ante las hipótesis de investigación y nula. Ofrecen otra descripción o explicación distintas a las que proporcionan estos tipos
de hipótesis. Por ejemplo, si la hipótesis de investigación establece: “Esta silla es roja”, la nula afirmará: “Esta
silla no es roja”, y podrían formularse una o más
hipótesis alternativas: “Esta silla es azul”, “Esta silla es
verde”, “Esta silla es amarilla”, etc. Cada una constituye una descripción
distinta a las que proporcionan las hipótesis de investigación y nula.
Las
hipótesis alternativas se simbolizan como Ha y
sólo pueden formularse cuando efectivamente hay otras posibilidades adicionales
a las hipótesis de investigación y nula. De ser así, no pueden existir.
EJEMPLOS
Hi: “El candidato ‘A’ obtendrá en la
elección para la presidencia del consejo escolar entre un 50 y un 60% de la
votación total”.
Ho: “El candidato ‘A’ no obtendrá en
la elección para la presidencia del consejo escolar entre un 50 y un 60% de la
votación total”.
Ha: “El candidato ‘A’ obtendrá en la
elección para la presidencia del consejo escolar más del 60% de la votación
total”.
Ha: “El candidato ‘A’ obtendrá en la
elección para la presidencia del consejo escolar menos del 50% de la votación
total”.
Hi: “Los jóvenes le atribuyen más importancia al atractivo físico en sus relaciones heterosexuales que
las jóvenes”.
Ho: “Los jóvenes no le atribuyen más importancia al atractivo físico en sus relaciones heterosexuales que
las jóvenes”.
Ha: “Los jóvenes /e atribuyen menos importancia al atractivo físico en sus relaciones heterosexuales que
las jóvenes”.
En este último ejemplo, si la
hipótesis nula hubiera sido formulada de la siguiente manera:
Ho: “Los jóvenes no le atribuyen más
importancia —o le atribuyen menos importancia— al atractivo físico en sus
relaciones heterosexuales que las jóvenes”.
No habría posibilidad de formular una
hipótesis
alternativa puesto que las hipótesis de
investigación y nula abarcan todas las posibilidades.
Las
hipótesis alternativas, como puede verse,
constituyen otras hipótesis de investigación adicionales a la hipótesis de
investigación original.
¿EN UNA INVESTIGACIÓN SE FORMULAN Y
EXPLICITAN LAS HIPÓTESIS DE INVESTIGACIÓN, NULA, ALTERNATIVA Y ESTADÍSTICA?
No hay reglas universales, ni siquiera consenso entre los
investigadores al respecto. Uno puede leer en un artículo de una revista
científica un reporte de investigación donde sólo se establece la hipótesis de
investigación; y, en esa misma revista, leer otro artículo en donde únicamente
se establece la hipótesis nula; un tercer artículo en el cual se pueden leer
solamente las hipótesis estadísticas de investigación y nula (o nada más una de
ellas); un cuarto artículo que contiene la hipótesis de investigación y las
alternativas traducidas en términos estadísticos; un quinto artículo donde aparecen
las hipótesis de investigación, nulas y alternativas, con sus hipótesis
estadísticas correspondientes. Esta situación es similar en los reportes
presentados por un investigador o una empresa dedicada a la investigación.
Igualmente ocurre en tesis, estudios de divulgación popular, reportes de
investigación gubernamental, disertaciones doctorales, libros y otras formas
para presentar estudios y análisis de muy diversos tipos. En estudios que
contienen análisis de datos cuantitativos, son comunes las siguientes opciones:
1) hipótesis
de investigación únicamente, 2) hipótesis de investigación
más hipótesis estadística de investigación más hipótesis
estadística nula, 3) hipótesis estadísticas de investigación
y nula.
Asimismo, algunos investigadores sólo explicitan una
hipótesis estadística (nula o de investigación) presuponiendo que quien lea su
reporte deducirá la hipótesis contraria. Incluso hay quien omite presentar en
el reporte sus hipótesis, pensando que el lector las habrá de deducir
fácilmente o que el usuario del estudio no está familiarizado con ellas y no le
interesará revisarlas (o no tienen sentido para él).
Nuestra recomendación es que todas se
tengan presentes (no sólo al plantear las hipótesis sino durante toda la
investigación). Esto ayuda a que el investigador siempre esté alerta ante todas
las posibles descripciones y explicaciones del fenómeno que estudia; así podrá
tener un panorama más completo de lo que analiza. Pero le aconsejamos que
escriba en su reporte (explicite) las hipótesis que crea conveniente incluir
para que los usuarios, consumidores o lectores de la investigación comprendan
mejor el propósito y alcances de ésta.
Además, y como muchas cuestiones en la vida, el contexto o
situación marcan la pauta al respecto. Un maestro puede exigirles a sus alumnos
que en sus trabajos de
investigación incluyan todos los tipos de hipótesis (de
investigación, nula, alternativas y estadísticas); y otro maestro puede
pedirles sólo un tipo de hipótesis. En este caso, el trabajo (reporte de
investigación del alumno) incluirá las hipótesis que pide el profesor. El
investigador es el único que puede decidir, debe pensarlo muy bien pues es su
decisión y nada más (insistimos, no hay normas al respecto). He aquí nuestra
recomendación —que es general y a alguien le puede parecer vaga— “piense en el
receptor, en quién va a leer su investigación”.
EN UNA INVESTIGACIÓN, ¿CUÁNTAS
HIPÓTESIS SE DEBEN FORMULAR?
Cada investigación es diferente.
Algunas contienen una gran variedad de hipótesis porque su problema de
investigación es complejo, mientras que otras contienen una o dos hipótesis.
Todo depende del estudio que habrá de llevarse a cabo. La calidad de una
investigación no
necesariamente está relacionada con el número de
hipótesis que contenga. En este sentido, se debe tener el número de hipótesis
necesarias para guiar el estudio, y no más ni menos. Desde luego, la
investigación del comportamiento humano es compleja y no resulta extraño leer
estudios con múltiples hipótesis, pero de ningún modo es un requisito.
EN UNA INVESTIGACIÓN ¿SE PUEDEN
FORMULAR HIPÓTESIS DESCRIPTIVAS DE UNA VARIABLE, HIPÓTESIS CORRELACIONALES,
HIPÓTESIS DE LA DIFERENCIA DE GRUPOS E HIPÓTESIS CAUSALES?
La respuesta puede ser “si”; en una misma investigación se pueden establecer todos los
tipos de hipótesis porque el problema de investigación así lo requiere. Por
ejemplo, supongamos que alguien ha planteado un estudio en una determinada
ciudad latino americana, y sus preguntas de investigación son, entre otras:
¿Cuál será a fin de año el nivel de
desempleo en la ciudad de Baratillo?
¿Cuál es el nivel promedio de ingreso
familiar mensual en la Ciudad de Baratillo? ¿Existen diferencias entre los
distritos (barrios, delegaciones o equivalentes) de la Ciudad de Baratillo en
cuanto al nivel de desempleo? (¿Hay barrios o distritos con mayores índices de
desempleo?) ¿cuál es el nivel de escolaridad promedio en los jóvenes y las
jóvenes que viven en Baratillo? y ¿existen diferencias por sexo al respecto?
¿Está relacionado el desempleo con incrementos de la delincuencia en dicha
ciudad? ¿Provoca el nivel de desempleo un rechazo contra la política fiscal
gubernamental?
Las hipótesis del estudio podrían
ser:
“El nivel de desempleo en la Ciudad
de Baratillo será del 15% para fin de año” (Hi: % = 15).
“El nivel promedio de ingreso
familiar mensual oscila entre 55000 y 65000 pesos oro.18 “(Hi: 65 001 > >
54 999).
“Existen diferencias en cuanto al
nivel de desempleo entre los distritos de la Ciudad de Baratillo” (Hi: 1 ¹ 2 ¹ 3 ¹ k).
“A mayor desempleo, mayor delincuencia” (Hi: rxy ¹ 0).
“El desempleo provoca un rechazo contra la política fiscal
gubernamental” (Hi:X Y).
En el ejemplo, encontramos todos los tipos generales de
hipótesis. Asimismo, podemos ver que hay preguntas que no han sido traducidas
en hipótesis. Ello puede deberse a que es difícil establecerlas ya que no se
dispone de información al
respecto.
Los estudios que se inician y
concluyen como descriptivos, formularán hipótesis descriptivas, los correlacionales
podrán establecer hipótesis descriptivas, correlacionales y de diferencia de
grupos (cuando éstas no expliquen la causa
que
provoca tal diferencia); y los explicativos podrán
incluir hipótesis descriptivas, correlacionales, de diferencia de grupos y
causales. No debemos olvidar que una
investigación puede abordar parte del problema descriptivamente y otra explicativamente. Por ejemplo, Dankhe (1986) señala que
los estudios descriptivos no suelen contener hipótesis, y ello
se debe a que en ocasiones es difícil precisar el valor que
puede manifestar una variable.
Los tipos de estudio que no
pueden establecer hipótesis son los exploratorios. No puede presuponerse (afirmando) algo que apenas va a explorarse. Sería como si antes de una primera cita con una persona desconocida del sexo opuesto (cuyo nombre, edad, color de pelo y lugar de origen ignoramos), tratáramos de “hipotetizar” qué tan simpática es, qué
intereses y valores tiene, etcétera. Ni siquiera podríamos anticipar
qué tan atractiva físicamente nos va a resultar (y tal vez en
una primera cita nos dejemos llevar por nuestra imaginación,
pero en la investigación esto no debe ocurrir). Desde luego, si
nos proporcionan más información (lugares a donde le agrada
ir, ocupación, religión, nivel socioeconómico, tipo de música
que le gusta y grupos de los que es miembro) podemos
hipotetizar en mayor medida (aunque nos basemos en estereotipos). Y si
nos dieran información muy personal e íntima sobre ella
(estado de las relaciones con su familia, frustraciones, temores, aspiraciones
profesionales, cómo ha establecido relaciones anteriores, etcétera) podríamos
hipotetizar acerca de qué clase de relación vamos a establecer con esa persona
y por qué (explicaciones).
¿QUÉ ES LA PRUEBA DE HIPÓTESIS?
Como se ha venido mencionando a lo largo de este capítulo,
las hipótesis científicas se someten aprueba o escrutinio empírico para determinar si son apoyadas o refutadas de acuerdo a
lo que el investigador observa. De hecho para esto se formulan. Ahora bien, en
realidad no podemos probar que una hipótesis sea verdadera o falsa, sino
argumentar que de acuerdo con ciertos datos obtenidos en una investigación
particular, fue apoyada o no. Desde el punto de vista técnico no se acepta una
hipótesis a través de un estudio, sino que se aporta evidencia en su favor o en
su contra. Desde luego, cuantas más investigaciones apoyen una hipótesis, más
credibilidad tendrá ésta; y por supuesto, es válida para el contexto (lugar,
tiempo y sujetos u objetos) en el cual se comprobó. Al menos lo es
probabilísticamente.
Las hipótesis se someten a
prueba en la realidad mediante la aplicación de un diseño de investigación,
recolectando datos a través de uno o varios instrumentos de medición y analizando e interpretando dichos datos. Y
como señala Kerlinger (1979, p. 35): “Las
hipótesis constituyen instrumentos muy poderosos para el avance del conocimiento, puesto que aunque sean formuladas por el hombre, pueden ser sometidas a prueba y demostrarse como probablemente correctas o incorrectas sin que interfieran los valores y las creencias del
individuo”.
¿CUÁL ES LA UTILIDAD DE LAS
HIPÓTESIS?
Es posible que alguien piense que con lo expuesto en este
capítulo queda claro cuál es el valor de las hipótesis para la investigación
del comportamiento. Sin embargo, creemos que es necesario ahondar un poco más
en este punto, mencionando las principales funciones de las hipótesis.
1. En primer lugar, y como ya se
dijo, son las guías de
una investigación. El formularlas nos ayuda a saber lo
que estamos tratando de buscar, de probar. Proporcionan orden y lógica
al estudio. Son como los objetos de un plan administrativo.
“Las sugerencias formuladas en las hipótesis pueden ser
soluciones a(los) problema(s) de investigación, si lo son o no, efectivamente
es la tarea del estudio”.
2. En segundo lugar, tienen una función descriptiva y explicativa,
según sea el caso. Cada vez que una
hipótesis recibe evidencia empírica en su favor o en su contra, nos
dice algo acerca del fenómeno al cual está asociado o hace referencia. Si la evidencia es en su favor, la información
sobre el fenómeno se incrementa; y aun si la evidencia es en su contra, descubrimos algo acerca del fenómeno que no sabíamos antes.
3. La tercera función es la de probar teorías, si se aporta evidencia en favor de una. Cuando varias
hipótesis de una teoría reciben evidencia en su favor, la teoría va haciéndose
más robusta; y cuanto más evidencia haya en favor de aquéllas, más evidencia
habrá en favor de ésta.
4. Una cuarta función es la de sugerir teorías. Algunas hipótesis no están asociadas con teoría alguna;
pero puede ocurrir que como resultado de la prueba de una hipótesis, se pueda
construir una teoría o las bases para está. Esto no es muy frecuente pero ha
llegado a ocurrir.
¿QUÉ PASA CUANDO NO SE APORTA
EVIDENCIA EN FAVOR DE LA(S) HIPÓTESIS DE NUESTRA INVESTIGACIÓN?
No es raro escuchar una conversación
como la siguiente entre dos pasantes que acaban de analizar los datos de su
tesis (que es una investigación):
Elena: “Los datos no apoyan nuestras
hipótesis”
Roberto: “¿Y ahora qué vamos a
hacer?, nuestra tesis no sirve”
Elena: “Tendremos que hacer otra
tesis”
Es decir, no siempre los datos apoyan
las hipótesis (desde el principio del capítulo se dijo que el formular una
hipótesis no asegura que vaya a comprobarse). Pero el que los datos no aporten
evidencia en favor de las hipótesis planteadas de ningún
modo significa que la investigación carezca de utilidad.
Claro que a todos nos agrada que lo que suponemos
concuerde con nuestra realidad inmediata. Si afirmamos cuestiones como: “Yo le
gusto a Brenda”, “El grupo más popular de música en esta ciudad es mi grupo
favorito”, “Va a ganar tal equipo en el próximo campeonato nacional de fútbol”,
nos resulta satisfactorio que se cumplan. Incluso hay quien formula una
presuposición y luego la defiende a toda costa, aunque se haya percatado de que
se equivocó. Es humano.
Sin embargo, en la investigación del comportamiento el fin
último es el conocimiento, y en este sentido, también los datos en contra de
una hipótesis proporcionan conocimiento (tal y como se acaba de comentar: “y
aún si la evidencia es en contra de la hipótesis, sabemos algo acerca del
fenómeno que no sabíamos antes”). Lo importante es analizar por qué no se
aportó evidencia en favor de las hipótesis y contribuir al conocimiento del
fenómeno que se está investigando.
Para que las hipótesis tengan utilidad, no es necesario
que sean las respuestas correctas a los problemas planteados. En casi todas las
investigaciones, el estudioso formula varias hipótesis y espera que alguna de
ellas proporcione una solución satisfactoria del problema. Al eliminar cada una
de las hipótesis, va estrechando el campo en el cual deberá hallar la
respuesta.
COMO PARTE DE LA FORMULACIÓN DE UNA
HIPÓTESIS, ¿DEBEN DEFINIRSE CONCEPTUAL Y OPERACIONALMENTE LAS VARIABLES DE
ÉSTA?
Al formular una hipótesis, es indispensable definir los términos o variables que
están siendo incluidos en ella. Esto es necesario por varios motivos:
1. Para que el investigador, sus colegas, los usuarios del
estudio y, en general, cualquier persona que lea la investigación compartan el
mismo significado respecto a los términos o variables incluidas en las
hipótesis. Es común que un mismo concepto se emplee de maneras distintas. Por
ejemplo, el término “novios” puede
significar para alguien una relación
entre dos personas del sexo opuesto que se comunican interpersonalmente con la
mayor frecuencia que les es posible, que cuando están “cara” a “cara” se besan
y toman de la mano, que se sienten atraídos físicamente y comparten entre sí
información que nadie más comparte. Para otra persona podría significar una
relación entre dos personas del sexo opuesto que tiene por objeto contraer
matrimonio.
Para una tercera persona, una
relación entre dos personas del sexo opuesto que mantienen relaciones sexuales
íntimas; y alguien más podría tener alguna de las concepciones anteriores,
excepto por “‘lo del sexo opuesto”. Y en caso de que se pensara en llevar a
cabo un estudio con parejas de novios, no sabríamos con exactitud quiénes
podrían ser incluidos en él y quiénes no, a menos que se definiera con la mayor
precisión posible el concepto “novios”. Términos como “actitud”,
“inteligencia”, “aprovechamiento” pueden tener varios significativos o ser
definidos en diferentes formas.
2. Aseguramos de que las variables pueden ser evaluadas en la
realidad, a través de los sentidos (posibilidad de prueba empírica, condición de las hipótesis).
3. Poder confrontar nuestra investigación con otras
similares (si tenemos definidas nuestras variables, podemos comparar nuestras
definiciones con las de otros estudios para saber “‘si hablamos de lo mismo”, y
si esta comparación es positiva, podremos confrontar los resultados de nuestra
investigación con los resultados de otras).
4. Evaluar más adecuadamente los resultados de nuestra
investigación, porque las variables (y no sólo las hipótesis), han sido
contextualizadas.
De hecho, sin definición de las variables no hay investigación. Las variables tienen que ser definidas en dos formas: conceptual y operacionalmente. A continuación se explican las dos por separado.
Definición conceptual
Una definición conceptual define el término o variable con
otros términos. Por ejemplo, “‘inhibición proactiva” es “‘la dificultad de
evocación que aumenta con el tiempo”, “comunicación interpersonal diádica”
puede definirse como “el intercambio de información psicológica entre dos
personas que desarrollan predicciones acerca del comportamiento del otro
basados en dicha información y establecen reglas para su interacción que sólo
ellos conocen”, “poder” es “influir más en los demás que lo que éstos influyen
en uno”. Son definiciones de diccionario o de libros especializados y cuando
describen la esencia o las características reales de un objeto o fenómeno se
les denomina “‘definiciones reales”.
Estas últimas constituyen la adecuación de la definición
conceptual a los requerimientos prácticos de la investigación. Por ejemplo, el
término “‘actitud” podría ser definido como “‘una tendencia o predisposición a
evaluar de cierta manera, un objeto o un símbolo de este objeto”. Si nuestra
hipótesis fuera: “Cuanto mayor sea la exposición de los votantes indecisos —en
la próxima elección presidencial en Linderbuck— a entrevistas televisivas
concedidas por los candidatos contendientes, más favorable será la actitud
hacia el acto de votar”, tendríamos que contextualizar la definición conceptual
de “actitud” (formular la definición real). La “actitud hacia el acto de votar”
podría definirse como “la predisposición a evaluar como positivo el acto de
votar para una elección”.
Estas definiciones son necesarias pero insuficientes para
definir las variables de la investigación, porque no nos relacionan
directamente con la realidad.
Después de todo siguen siendo conceptos: “...los
científicos deben ir más allá. Deben definir las variables que se usan en sus
hipótesis en forma tal que las hipótesis puedan ser comprobadas. Esto es
posible usando lo que se conoce como definiciones operacionales.
DEFINICIONES OPERACIONALES
Una definición operacional constituye el conjunto de
procedimientos que describe las actividades que un observador debe realizar
para recibir las impresiones sensoriales (sonidos, impresiones visuales o
táctiles, etc.), que indican la existencia de un concepto teórico en mayor o
menor grado. En otras palabras, especifica qué actividades u operaciones deben
realizarse para medir una variable. Siguiendo la línea de FN. Kerlinger, una
definición operacional nos dice que para medir esta variable, hay que hacer esto
y esto otro (nos indica los pasos a seguir). Por ejemplo, la definición
operacional de la variable “temperatura” sería el termómetro (con las
respectivas instrucciones de cómo medir e interpretar la temperatura);
“‘inteligencia” podría ser definida operacionalmente como las respuestas a una
determinada prueba de inteligencia; el conocido “Inventario Multifacético de la
Personalidad Minnesota” (MMPI) es una definición operacional de “‘la
personalidad” en adultos y adolescentes alfabetizados. La variable ingreso
familiar podría ser operacionalizada haciendo una pregunta sobre el ingreso
personal a cada uno de los miembros de la familia y luego sumando las
cantidades que cada quien indicó. El “atractivo físico” es operacionalizado en
un certamen de belleza —como el de “Miss Universo”— aplicando una serie de
criterios que un jurado utiliza para evaluar a las candidatas (los miembros del
jurado otorgan una calificación a las contendientes en cada criterio y después
obtienen una puntuación total del atractivo físico).
Casi siempre se dispone de varias definiciones operacionales (o formas de operacionalizar) de una variable. Por
ejemplo, para definir operacionalmente la variable personalidad se
tienen varias pruebas psicométricas (las diferentes versiones del mencionado
MMPI), pruebas proyectivas; el test de Roscharch o el test de apercepción
temática (TAT), técnicas de entrevista directas.
La “ansiedad de una persona” pueden medirla a través de la
observación directa, los observadores expertos (entre ellos, los psicólogos
clínicos), quienes juzgan el nivel de ansiedad de esa persona; por medio de
mediciones de la actividad del sistema psicológico (presión sanguínea,
respiraciones, etcétera) y analizando las respuestas a un cuestionario de
ansiedad. El aprendizaje de un alumno en un curso de investigación puede
medirse por medio de varios exámenes, un trabajo, una combinación de exámenes,
trabajos y prácticas.
Cuando el investigador tiene varias alternativas para definir operacionalmente una
variable, debe elegir la que proporcione mayor información sobre la variable, capte mejor la
esencia de ella, se adecue más a su contexto y sea más precisa. Los criterios para evaluar una definición operacional son básicamente tres: “adecuación al contexto”,
“confiabilidad” y “validez”.
Una correcta selección de las
definiciones operacionales disponibles o la creación
de la propia definición operacional está muy relacionada
con una adecuada revisión de la literatura. Cuando ésta ha sido cuidadosa, se puede tener una gama más amplia de definiciones operacionales para elegir o más ideas para crear una nueva.
Ahora bien, en la formulación de hipótesis se sugiere cómo
habrán de operacionalizarse las variables, pero es en la etapa correspondiente
a la elaboración de los instrumentos de recolección de los datos, en que se
seleccionan o diseñan y
adaptan al contexto particular del estudio.
Hay algunas variables que no requieren que su definición
conceptual sea explicitada en el reporte de investigación, porque esta
definición es relativamente obvia y compartida. El mismo título de la variable
la define (por ejemplo, sexo —que es diferente a “‘práctica sexual”—, “edad”,
“ingreso”). Pero son pocas las variables que no requieran una definición
operacional para que puedan ser evaluadas empíricamente, aun cuando en el
estudio no se formulen hipótesis. Siempre que se tengan variables, se deben
definir operacionalmente.
El cuestionario de motivación intrínseca sería
desarrollado y adaptado al contexto del estudio en la fase del proceso de
investigación denominada “elaboración de los instrumentos de recolección de los
datos”; lo mismo ocurriría con el procedimiento para medir el “ausentismo
laboral”.
¿QUÉ ES LA INVESTIGACIÓN NO
EXPERIMENTAL?
La investigación no
experimental es aquella que se realiza sin manipular deliberada mente
variables. Es decir, es investigación donde no
hacemos variar intencionalmente las variables independientes.
Lo que hacemos en la investigación
no experimental es observar fenómenos tal y como se dan en su contexto natural,
para después analizarlos. La investigación
no experimental o expost-facto es cualquier
investigación en la que resulta imposible manipular variables o asignar aleatoriamente a los sujetos o a las condiciones. De hecho, no hay condiciones o estímulos a
los cuales se expongan los sujetos del estudio. Los sujetos
son observados en su ambiente natural, en su realidad.
En un experimento, el investigador construye deliberadamente
una situación a la que son expuestos varios individuos. Esta situación consiste
en recibir un tratamiento, condición o estímulo bajo determinadas
circunstancias, para después analizar los efectos de la exposición o aplicación
de dicho tratamiento o condición. Por decirlo de alguna manera, en un
experimento se ‘construye” una realidad.
En cambio, en un estudio no experimental no se construye ninguna
situación, sino que se observan situaciones ya
existentes, no provocadas intencionalmente por el investigador. En la investigación no experimental las variables independientes
ya han ocurrido y no pueden ser manipuladas, el investigador no
tiene control directo sobre dichas variables, no puede influir
sobre ellas porque ya sucedieron, al igual que sus efectos.
EJEMPLOS ILUSTRATIVOS
Tomemos un ejemplo para explicar el concepto de
investigación no experimental y su diferencia con la experimentación. Vamos a
suponer que un investigador desea analizar el efecto que produce el consumo de
alcohol sobre los reflejos humanos. Si decidiera seguir un enfoque
experimental, asignaría al azar los sujetos a varios grupos. Supóngase cuatro
grupos: un grupo en donde los sujetos ingirieran un elevado consumo de alcohol
(7 copas de tequila o aguar diente), un segundo grupo que ingiriera un consumo
medio de alcohol (4 copas), un tercer grupo que bebiera un consumo bajo de
alcohol (una sola copa) y un cuarto grupo de control que no ingiriera nada de
alcohol. Controlaría el lapso en el que todos los sujetos consumen su ‘ración”
de alcohol, así como otros factores (misma bebida, cantidad de alcohol servida
en cada copa, etcétera). Finalmente mediría la calidad de respuesta de los
reflejos en cada grupo y compararía a los grupos, para así determinar el efecto
del consumo de alcohol sobre los reflejos humanos. Desde luego, el enfoque
podría ser cuasi-experimental (grupos intactos) o los sujetos asignarse a los
grupos por emparejamiento (digamos en cuanto al sexo, que influye en la
resistencia al alcohol. Las mujeres suelen tolerar menos cantidades de alcohol
que los hombres).
Por el contrario, si decidiera seguir un enfoque no
experimental, el investigador podría acudir a lugares donde se localicen
distintas personas con diferentes consumos de alcohol (por ejemplo, oficinas donde
se haga la prueba del nivel de consumo de alcohol —digamos una estación de
policía donde acuden personas que
tienen pequeños incidentes de tránsito y como parte de la
rutina se les mide el grado de consumo de alcohol—). Encontraría personas que
han bebido cantidades elevadas, medias y bajas de alcohol, así como quienes no
han ingerido alcohol. Mediría la calidad de sus reflejos, llevaría a cabo sus
comparaciones y establecería el efecto del consumo de alcohol sobre los
reflejos humanos.
Claro está que no sería ético un experimento que obligara
a las personas a consumir una bebida que afecta gravemente la salud. El ejemplo
es sólo para ilustrar la diferencia entre la investigación experimental y la
que no lo es.
Pero, vayamos más a fondo a analizar las diferencias. En
la investigación experimental se construye la situación y se manipula de manera
intencional a la variable independiente (en este caso el consumo del alcohol),
después se observa el efecto de esta manipulación sobre la variable dependiente
(en este caso la calidad de los reflejos). Es decir, el investigador influyó
directamente en el grado de consumo de alcohol de los sujetos. En la investigación no experimental
no hay ni manipulación intencional ni asignación al azar. Los sujetos ya consumían un nivel de alcohol y en este
hecho el investigador no tuvo nada que ver, no influyó en la cantidad de
consumo de alcohol de los sujetos. Era una situación que previamente existía,
ajena al control directo del investigador. En la investigación no experimental
se eligieron personas con diferentes niveles de consumo, los cuales se
generaron por muchas causas (alguien tuvo una comida con sus amigos, otra
persona era alcohólica, una más estaba en depresión, etcétera) pero no por la
manipulación intencional y previa del consumo de alcohol. En cambio en el
experimento, sí se generaron los niveles de consumo de alcohol por una
manipulación deliberada de esta variable.
En resumen, en un estudio no experimental los sujetos ya pertenecían
a un grupo o nivel determinado de la variable independiente por autoselección.
Esta diferencia esencial genera distintas características
entre la investigación experimental y la no experimental, que serán discutidas
cuando se analicen comparativamente ambos enfoques.
Para ello es necesario profundizar en los tipos de
investigación no experimental.
La investigación no experimental es investigación
sistemática y empírica en la que las variables independientes no se manipulan
porque ya han sucedido.
Las inferencias sobre las relaciones entre variables se
realizan sin intervención o influencia directa y dichas relaciones se observan
tal y como se han dado en su contexto natural.
¿CUÁLES SON LOS TIPOS DE DISEÑOS DE
INVESTIGACIÓN NO EXPERIMENTALES?
Tipos de diseños no
experimentales de acuerdo con el número de momentos o puntos en el tiempo en
los cuales se recolectan los datos (dimensión temporal).
En algunas ocasiones la investigación se centra en
analizar cuál es el nivel o estado de una o diversas variables en un momento
dado, o bien en cuál es la relación entre un conjunto de variables en un punto
en el tiempo. En estos casos el diseño apropiado
(bajo un enfoque no experimental) es el transversal o transeccional.
En cambio, otras veces la investigación se centra en
estudiar cómo evoluciona o cambia una o más variables o las relaciones entre
éstas. En situaciones como ésta el diseño apropiado
(bajo un enfoque no experimental) es el longitudinal.
Es decir, los diseños no experimentales se pueden
clasificar en transeccionales
y longitudinales.
Investigación transeccional o transversal
Los diseños de investigación transeccional o transversal recolectan datos en un solo
momento, en un tiempo único. Su propósito es describir variables, y analizar su incidencia e interrelación en un momento dado. Es como tomar una fotografía de algo que
sucede.
Por ejemplo, investigar el número de empleados,
desempleados y subempleados en una ciudad en cierto momento. O bien, determinar
el nivel de escolaridad de los trabajadores de un sindicato —en un punto en el
tiempo—. O tal vez, analizar la relación entre la autoestima y el temor de
logro en un grupo de atletas de pista (en determinado momento). O bien,
analizar si hay diferencias contenido de sexo entre tres telenovelas que están
exhibiéndose simultáneamente.
Estos diseños pueden esquematizarse de la siguiente
manera:
Pueden abarcar varios grupos o
subgrupos de personas, objetos o indicadores. Por ejemplo, medir los niveles de aprovechamiento de grupos de primero, segundo y tercer año de instrucción
básica o primaria. O tal vez medir la relación entre la autoestima
y el temor de logro en atletas de deportes acuáticos, de raqueta y de
pista. Pero siempre, la recolección de los datos es en un único
momento.
A su vez, los diseños transeccionales pueden dividirse en dos:
descriptivos y correlacionales/causales
DISEÑOS TRANSECCIONALES
DESCRIPTIVOS
Los diseños transeccionales
descriptivos tienen como objetivo indagar la incidencia y los valores en que se
manifiesta una o más variables. El procedimiento
consiste en medir en un grupo de personas u objetos
una o —generalmente— más variables y proporcionar su
descripción. Son, por lo tanto, estudios puramente descriptivos que cuando establecen hipótesis, éstas son
también descriptivas.
EJEMPLOS
Las famosas encuestas nacionales de opinión sobre las
tendencias de los votantes durante periodos de elección. Su objetivo es
describir el número de votantes en un país que se indican por los diferentes
candidatos contendientes en la elección. Es decir, se centran en la descripción
de las preferencias del electorado.
Un estudio que pretendiera averiguar cuál es la
expectativa de ingreso mensual de los trabajadores de una empresa. Su propósito
es describir dicha expectativa. No pretende relacionarla con la calificación
del trabajador, ni su edad o sexo, el objetivo es descriptivo. Un análisis de
la tendencia ideológica de los 15 diarios de mayor tiraje en Latinoamérica. El
foco de atención es única mente describir —en un momento dado— cuál es la tendencia
ideológica (izquierda-derecha) de dichos periódicos, no se tiene como objetivo
ver el por qué manifiestan una u otra ideología, simplemente describirla.
Un estudio del número de extranjeros que ingresan a un
país en cierto momento y sus características (nación de procedencia, estado
civil, edad, motivos del viaje, etcétera). El propósito es ofrecer un panorama
de los extranjeros que visitan un país en una época (descripción).
Los estudios transeccionales descriptivos nos presentan un
panorama del estado de una o más variables en uno o más grupos de personas,
objetos o indicadores en determinado momento.
En ciertas ocasiones el investigador pretende hacer
descripciones comparativas entre grupos o subgrupos de personas, objetos o
indicadores (esto es, en más de un grupo). Por ejemplo, un investigador que
deseara describir el nivel de empleo en tres ciudades.
El ejemplo que ha venido desarrollándose a lo largo del
libro sobre la televisión y el niño de la Ciudad de México es en parte ejemplo
de diseño transeccional descriptivo.
En este tipo de diseños queda claro que ni siquiera cabe
la noción de manipulación puesto que se trata a cada variable individualmente,
no se vinculan variables.
DISEÑOS TRANSECCIONALES
CORRELACIONALES/CAUSALES
Los diseños transeccionales
correlacionales/causales tienen como objetivo describir relaciones entre dos o
más variables en un momento determinado. Se
trata también de descripciones, pero no de variables individuales sino de sus relaciones, sean éstas puramente correlacionales o relaciones causales. En estos diseños lo
que se mide es la relación entre variables en un tiempo
determinado. La diferencia entre los diseños transeccionales
descriptivos y los correlacionales causales puede expresarse gráficamente de la siguiente manera: los diseños
correlacionales/causales pueden limitarse a establecer relaciones entre
variables sin precisar sentido de causalidad o pueden pretender analizar
relaciones de causalidad. Cuando se limitan a relaciones no causales, se fundamentan en hipótesis
correlacionales y cuando buscan evaluar relaciones causales, se basan en
hipótesis causales.
EJEMPLOS
Una investigación que pretendiera indagar la relación
entre la atracción física y la confianza durante el noviazgo en parejas de
jóvenes, observando qué tan relacionadas están ambas variables (se limita a ser
correlacional).
Una investigación que estudiara cómo la motivación
intrínseca influye en la productividad de los trabajadores de línea de grandes
empresas industriales, de determinado país y en cierto momento, observando si
los obreros más productivos son los más motivados, y en caso de que así sea, evaluando
el por qué y cómo es que la motivación intrínseca contribuye a incrementar la
productividad (esta investigación establece primero la correlación y luego la
relación causal entre las variables).
Un estudio sobre la relación entre la urbanización y el
alfabetismo en una nación latinoamericana, para ver qué variables macrosociales
mediatizan tal relación (causal).
Una investigación que analizara cuáles son las variables
que regulan la relación existente entre organizaciones proveedoras (vendedores)
y organizaciones compradoras (clientes) en las transacciones comerciales en
Latinoamérica (con volúmenes de intercambio anuales superiores a un millón de
dólares), así como estudiar la vinculación que se da entre dichas variables y
las razones que originan tal vinculación (se correlacionan las variables y se
evalúan causalmente).
De los ejemplos puede desprenderse lo que se ha comentado
anteriormente respecto a que en ciertas ocasiones sólo se pretende correlacionar
variables, pero en otras ocasiones se busca el establecer relaciones causales.
Desde luego, debemos recordar que la causalidad implica correlación pero no
toda correlación significa causalidad. Primero establecemos correlación y luego
causalidad.
Estos diseños pueden ser sumamente complejos y abarcar diversas
variables. Cuando establecen relaciones causales
son explicativos. Su diferencia con los experimentos es la base de la
distinción entre experimentación y no experimentación. En los diseños
transeccionales correlacionales/causales, las causas y efectos ya
ocurrieron en la realidad (estaban dadas y manifestadas) y el
investigador las(os) observa y reporta. En cambio,
en los diseños experimentales y cuasiexperimentales el investigador provoca —intencionalmente— al menos una
causa y analiza sus efectos o consecuencias.
Un diseño correlacional/causal puede limitarse a dos
variables o abarcar modelos o estructuras muy complejas.
Estos diseños se fundamentan
en hipótesis correlacionales y de diferencia de grupos sin atribuir causalidad (cuando se limitan a relaciones entre
variables) y en
hipótesis causales o de diferencia de grupos con atribución de causalidad (cuando pretenden establecer relaciones causales). Asimismo, los diseños correlacionales/causales
—en ocasiones— describen relaciones en uno o más grupos o
subgrupos y suelen describir primero las variables incluidas en la
investigación, para luego establecer las relaciones entre éstas (en primer
lugar son
descriptivos de variables individuales, pero luego van más
allá de las descripciones: van a establecer relaciones).
EJEMPLO
Una investigación para evaluar la credibilidad de tres
conductores (locutores) de televisión, y relacionar esta variable con el sexo,
la ocupación y el nivel socio-económico del teleauditorio. Primero, mediríamos
qué tan creíble es cada conductor y describiríamos la credibilidad de los tres
conductores. Observaríamos el sexo de las personas e investigaríamos su
ocupación y nivel socio-económico, y describiríamos el sexo, ocupación y nivel
socioeconómico del teleauditorio.
Posteriormente, relacionaríamos la credibilidad y el sexo
(para ver si hay diferencias por sexo en cuanto a la credibilidad de los tres
conductores), la credibilidad y la ocupación (para ver si los conductores
tienen una credibilidad similar o diferente entre las distintas ocupaciones) y
credibilidad y nivel socio-económico (para evaluar diferencias por nivel
socioeconómico). Así, primero describimos y luego correlacionamos.
Investigación longitudinal
En ciertas ocasiones el interés del investigador es
analizar cambios a
través del tiempo en determinadas variables o en las
relaciones entre éstas. Entonces se dispone de los diseños longitudinales, los cuales recolectan datos a través del tiempo en puntos o
periodos especificados, para hacer inferencias respecto al cambio, sus
determinantes y consecuencias. Por
ejemplo, un investigador que buscara analizar cómo evolucionan los niveles de empleo durante cinco años en
una ciudad u otro que pretendiera estudiar cómo ha cambiado el
contenido de sexo en las telenovelas (digamos de Venezuela) en los últimos diez
años.
¿QUÉ RELACIÓN EXISTE ENTRE EL TIPO DE
ESTUDIO, LAS HIPÓTESIS Y EL DISEÑO DE INVESTIGACIÓN?
Anteriormente se comentó que el planteamiento del problema
y el marco teórico nos indican si nuestro estudio o investigación se iniciaría
con fines básicamente exploratorios, descriptivos, correlacionales o
explicativos. Asimismo, el tipo de estudio nos lleva a la formulación de cierta
clase de hipótesis
y éstas a la selección de determinado
diseño de
investigación.
Algunos problemas de investigación pueden ser abordados
experimentalmente o no experimentalmente. Por ejemplo, si deseáramos analizar
la relación entre la motivación y la productividad en los trabajadores de
cierta empresa, podríamos seleccionar un conjunto de éstos y dividirlos al azar
en cuatro grupos: un primero donde se propicie una elevada motivación, un
segundo con mediana motivación, un tercero con baja motivación y un cuarto al
que no se le administre ningún motivador. Después compararíamos a los grupos en
cuanto a su productividad. Tendríamos un experimento. Si se tratara de grupos
intactos tendríamos un cuasiexperimento.
En cambio, si midiéramos la motivación existente en los
trabajadores así como su productividad y relacionáramos ambas variables,
estaríamos realizando una investigación transeccional correlacional. Y si cada
seis meses midiéramos las dos variables y estableciéramos su correlación
efectuaríamos un estudio longitudinal.
RESUMEN
1. La investigación no experimental es la que se realiza
sin manipular deliberada mente las variables independientes, se basa en
variables que ya ocurrieron o se dieron en la realidad sin la intervención
directa del investigador. Es un enfoque retrospectivo.
2. La investigación no experimental es conocida también
como investigación expost-facto (los hechos y variables ya ocurrieron) y
observa variables y relaciones entre éstas en su contexto natural.
3. Los diseños transeccionales realizan observaciones en
un momento único en el tiempo. Cuando miden variables de manera individual y
reportan esas mediciones son descriptivos. Cuando describen relaciones entre
variables son correlacionales y si establecen procesos de causalidad entre
variables son correlacionales/causales.
4. Los diseños longitudinales realizan observaciones en
dos o más momentos o puntos en el tiempo. Si estudian a una población son
diseños de tendencia, si analizan a una subpoblación o grupo específico son
diseños de análisis evolutivo de grupo y si estudian a los mismos sujetos son
diseños panel.
5. La investigación no experimental posee un control menos
riguroso que la experimental y en aquélla es más complicado inferir relaciones
causales. Pero la investigación no experimental es más natural y cercana a la
realidad cotidiana.
6. El tipo de diseño a elegir se encuentra condicionado
por el problema a investigar, el contexto que rodea a la investigación, el tipo
de estudio a efectuar y las hipótesis formuladas.
3.
A continuación se detallan 8 resúmenes de
investigaciones relevantes para el área de Psicología. Identifique en cada uno
de ellos: tema, variables, definición conceptual y operacional, hipótesis, tipo
de investigación, procedimiento.
Aclaración: en algunos de los resúmenes
no se encontrarán todos los componentes.
1.
RESUMEN
EMPATÍA, COMUNICACIÓN ASERTIVA Y
SEGUIMIENTO DE NORMAS. UN PROGRAMA PARA DESARROLLAR HABILIDADES PARA LA VIDA
El presente trabajo presenta el contexto teórico,
el diseño, la aplicación y los principales resultados de un programa de
intervención cuyo objetivo fue sugerir alternativas de convivencia en los
alumnos que permitan poner en práctica habilidades para relacionarse
positivamente con su entorno. Se trabajaron las habilidades de empatía y
comunicación asertiva. De igual manera, se trabajó la variable relativa al
seguimiento de normas debido a las demandas y necesidades expuestas por la
institución. Los participantes fueron 37 adolescentes de entre 13 y 16 años de
edad del segundo año de una secundaria ubicada en la ciudad de Mérida, Yucatán
(México). Al efecto, se utilizó un diseño pre-post para la evaluación del
programa. Los resultados contienen una comparación entre las fases diagnóstica
y de intervención, en la cual se puede observar una disminución de ciertas
conductas no deseables y el incremento de algunas deseables.
2.
RESUMEN
EVALUACIÓN DE LA PSICOPATÍA
INFANTO-JUVENIL: ESTUDIO EN UNA MUESTRA DE NIÑOS INSTITUCIONALIZADOS
El concepto de psicopatía aplicado a
niños y adolescentes es un campo que, en los últimos años, ha sido objeto de
considerable atención. Aunque se han hecho diferentes propuestas para
conceptualizar y evaluar la psicopatía infanto-juvenil, el APSD (Antisocial
Process Screening Device) ha acaparado buena parte de la investigación. Sin
embargo, su estructura y su validez todavía no están suficientemente
clarificadas. Este estudio proporciona nuevos datos sobre el funcionamiento de
la escala en nuestro país, particularmente en una población de alto riesgo para
el desarrollo de problemas de conducta: niños institucionalizados. Una muestra
de 71 niños internos en centros de menores de Galicia fue evaluada a través del
APSD, y se aplicaron así mismo otros instrumentos que evalúan competencia
personal y social, conducta antisocial, ansiedad, empatía e inteligencia
general. A partir de estos datos se estudia la estructura factorial del APSD,
por medio de métodos confirmatorios y exploratorios, y se analizan las
relaciones de sus componentes con las otras variables medidas en este trabajo.
Los resultados muestran una estructura de tres componentes que difiere a la
encontrada en otro tipo de muestras; y, por otra parte, los análisis
correlacionales confirmaron sólo parcialmente las hipótesis derivadas de la
investigación previa. Los resultados se discuten atendiendo a las dificultades
para evaluar el componente de “Dureza emocional” en niños, y a la necesidad de
atender a los aspectos inter - personales (“Narcisismo”) como indicadores
posiblemente más fiables de la psicopatía infanto-juvenil. En general, los
resultados ponen de relieve la necesidad de profundizar en la conceptualización
y la medida de la psicopatía infanto-juvenil antes de proponer el APSD como
instrumento de medida en la toma de decisiones clínica o forense.
3.
RESUMEN
MODELO DE USO DEL CONDÓN EN TRABAJADORES
SEXUALES MASCULINOS DE ARGENTINA
Se presenta un modelo del uso del condón
en trabajadores sexuales masculinos (TSM) de Argentina basado en la teoría de
la acción razonada. El análisis de datos consistió en análisis factorial y
regresiones múltiples en 4 conductas sexuales. La teoría de la acción razonada
puede predecir el uso del condón en encuentros sexuales comerciales entre
hombres donde se produjo introducción anal del cliente por parte del TSM hasta
eyacular. Se discuten las implicaciones de los resultados para la prevención
del virus de inmunodeficiencia humana (HIV) en trabajadores sexuales
masculinos.
4.
RESUMEN
PLACEBOS Y RENDIMIENTO HUMANO
Los placebos y la sugestión se han
utilizado durante muchos años, especialmente en el ámbito clínico con
propósitos muy claros como por ejemplo la atenuación del dolor. En el ámbito
deportivo, su uso se ha generalizado en el campo de la nutrición deportiva, en
donde se han estudiado numerosas sustancias que supuestamente mejoran el
desempeño físico. Por la variabilidad en el diseño de los estudios, se han
encontrado sustancias que ayudan a mejorar el rendimiento físico, pero también
se ha encontrado un número importante de investigaciones en las que se
demuestra un claro efecto placebo. En esta revisión se presentan conceptos
básicos del efecto placebo, metodología de la investigación, y se hace un
resumen de algunas investigaciones realizadas en el área del rendimiento
físico. Palabras clave: placebo, efecto placebo, metodología de investigación,
deporte.
5.
RESUMEN
Evaluación
del autoengaño: Estructura factorial, fiabilidad y validez del SDQ-12
(cuestionario de autoengaño).
Todos sentimos la necesidad de recurrir
al engaño para con uno mismo (negación, autoengaño, mistificación) y hacia los
demás (con modalidades como manejo de impresiones, deseabilidad social), en
mayor o menor medida. La mentira, en el sentido laxo del término, es
interpretada como algo en buena medida adaptativo, útil y necesario en nuestro
mundo socioafectivo. Específicamente, el autoengaño es un concepto psicológico
de gran interés en la población clínica, más concretamente en
drogodependientes, como mecanismo de mantenimiento de la adicción. El objetivo
de este estudio es crear y explorar la validez y las propiedades psicométricas
de una escala breve de autoengaño (SDQ12) obtenida a partir del IAM-40,
incidiendo en las dimensiones de manipulación y mistificación. Han participado
en el estudio un grupo de drogodependientes (alcohólicos y abusadores de
drogas) en tratamiento (n = 417), así como un grupo de adultos de la población
general (n = 124) (total N = 541), seleccionados mediante muestreo aleatorio simple.
De la muestra completa, el 63% son hombres y la edad promedio es de 38.65 años
(S.D. = 10.61). A partir de la exploración empírica de los 12 ítems del SDQ-12,
mediante técnicas de análisis factorial exploratorio y confirmatorio, se ha
comprobado que el instrumento presenta una estructura clara que coincide con
las dimensiones propuestas teóricamente relevantes de la mistificación y la
manipulación. Se ha comprobado la adecuada consistencia interna (coeficiente
alfa de Cronbach = .85) y mediante el análisis factorial confirmatorio se
mostró un ajuste apropiado a un modelo bidimensional. Asimismo, se ha
confirmado que la manipulación es mayor en varones jóvenes y se han hallado
diferencias significativas en mistificación y la manipulación entre la población
general y los alcohólicos y abusadores de drogas. Nuestro estudio fundamenta la
importancia clínica e investigadora de la escala SDQ-12, no sólo por su
eficacia diagnóstica, sino también por su novedad, relevancia y pertinencia,
siendo especialmente apropiada para evaluar los componentes sustanciales del
autoengaño en la población adicta, lo cual puede orientar al terapeuta en sus
labores diagnósticas y de intervención. Palabras clave: Autoengaño, Adicción,
Manipulación, Mistificación, Inventario de Autoengaño, Estudio de validación.
6.
RESUMEN
Algunos predictores de la conducta
prosocial-altruista en la infancia: empatía, toma de perspectiva, apego,
modelos parentales, disciplina familiar e imagen del ser humano.
La presente investigación se realizó para a) analizar la capacidad
predictora de las siguientes variables en la conducta prosocial altruista: la
empatía disposicional y situational, la toma de perspectiva, la imagen del ser
humano, la seguridad del apego, el modelo de conducta prosocial de los padres y
el tipo de disciplina utilizada más frecuentemente por los progenitores, y b)
establecer las variables más discriminantes entre los grupos de sujetos más
extremos en el continuo altruismo-no altruismo. Muestra: El estudio se realizó con 165 sujetos de
ambos sexos, de edades compredidas entre los 10 y los 12 años, en diversos
centros de Salamanca y San Sebastián. Resultados: Todos los factores estudiados, salvo el role
taking, mostraron su capacidad predictiva en el comportamiento altruista
prosocial, siendo los más discriminantes los siguientes: la empatía
disposicional, la seguridad del apego, la empatía situacional centrada en la
víctima y la disciplina inductiva.
7.
RESUMEN
INTELIGENCIA EMOCIONAL Y ANSIEDAD EN ESTUDIANTES
UNIVERSITARIOS
El presente artículo de investigación
presenta los resultados de un estudio acerca de la relación entre la
Inteligencia Emocional Percibida y la Ansiedad Rasgo-Estado en estudiantes de
Psicología de una universidad pública del Magdalena, Colombia. La investigación
se desarrolló a partir del diseño descriptivo-correlacional a través de la
aplicación de los instrumentos TMMS-24 y el IDARE a 167 sujetos. Los resultados
indicaron que existe relación directa y significativa entre la percepción
emocional y la ansiedad estado y la ansiedad rasgo. Por el contrario, se
presentó una relación inversa y significativa entre la comprensión emocional y
la ansiedad estado y la ansiedad rasgo; igualmente entre la regulación
emocional y la ansiedad estado y la ansiedad rasgo. A través del análisis con
el estadístico Chi2, también se encontró dependencia entre las sub-variables
estudiadas con un nivel de significancia menor de 0.05
8.
RESUMEN
DIMENSIÓN SUBJETIVA DE LA TOMA DE
DECISIONES EN EL DEPORTE: DESARROLLO Y VALIDACIÓN DEL CUESTIONARIO CETD DE
ESTILO DE DECISION EN EL DEPORTE
Una de los retos de la investigación
sobre los procesos psicológicos en el ámbito deportivo es acercarse a la
comprensión de lo que percibe, interpreta y decide el deportista ante las
situaciones que su deporte le presenta. En el presente estudio se presenta el
desarrollo y validación de un instrumento para analizar la dimensión subjetiva
de la toma de decisiones en el deporte. Este instrumento permite explorar
aspectos relacionados con la toma de decisiones tales como el compromiso al
decidir, la competencia decisional percibida así como la ansiedad y el agobio
al decidir. Sus características psicométricas permite que se puede considerar
adecuados para poder ser empleado por los profesionales del Deporte y la
Psicología con intenciones de mejorar los aspectos psicológicos y emocionales
de los deportistas participantes en deportes en los que la decisión es
fundamental. PALABRAS CLAVE: Toma de decisiones, Cuestionario, procesos psicológicos,
evaluación.
Y la actividad???
ResponderEliminar3. A continuación se detallan 8 resúmenes de investigaciones relevantes para el área de Psicología. Identifique en cada uno de ellos: tema, variables, definición conceptual y operacional, hipótesis, tipo de investigación, procedimiento.
EliminarAclaración: en algunos de los resúmenes no se encontrarán todos los componentes.<3